O deserto dos leões
Hablaba hace poco en un artículo sobre la leyenda de Curros Enríquez y su “Cantiga”. El poeta escucha cantar por las calles un poema suyo ligeramente modificado de hace muchos años. Humildemente, viví mi propia leyenda hace años en una noche de San Juan junto a un río, cuando el hilo musical de la celebración hizo sonar “Trens cara ao sul”, un poema de mi libro Blues da Crecente que formaba parte de los lanzamientos anteriores a este O deserto dos leões que Malvares de Moscoso y J. CNNR presentaron ayer en las redes.
Pasaron muchos años y muchos acontecimientos separándome de esa dilogía que fueron los libros Tanxerina y Blues da Crecente. Ambos proponían viajes por territorios de excluidos y sometidos, repasaban sus luchas y caminaban por sus mitos, trazando una lectura colectiva que también apelaba a mi propia cultura. Y siento que este trabajo continúa por ese recorrido, que ensancha estas referencias implicando a más personas y que también las continúa de la mano de un estilo musical que bebe de todas las raíces de la cultura de las comunidades oprimidas. No puedo evitar una avalancha de recuerdos simplemente con leer los títulos, incluido el poema que dio nombre durante años a este blog, “O porto dos escravos”. Hace años que no paso por el café de Rick a jugar coas sus ruletas trucadas, sin embargo, es bueno saber que por los caminos que atraviesan el deserto y se dirigen hacia el sur, los que retoman las estelas de los barcos que nos arrastraron a otras tierras, hay una música que continúa estos versos y los hace de tod@s.