28/04/2021 by marioregueira

Primera presentación de Narrativa e imaxinario

La vida es aquello que ocurre mientras estás ocupado planeando otras cosas. La cita de Lennon siempre me pareció acertada, pero nunca me vi tan identificado con ella como el año pasado, en los primeros meses da pandemia.

Ahora estamos acostumbrados, pero recuerdo aquellas primeras semanas como un remolino vago de extrañeza. Una noche volvía de cenar ocn unos amigos en un restaurante perdido en las afueras de A Estrada, justo después de la presentación de un libro, y al otro estaba viendo al ejército pasar por mi calle mientras una calma tensa al borde del estallido se hacía con todo. Con el paso del tiempo, me doy cuenta de que recuerdo más aquella sensación de suspensión e inquietud que el primer contacto con los geles viscosos o la sensación extraña de la máscara médica sobre el rostro.

A finales de aquel marzo que se nos rompió, yo tenía una cita en Compostela para presentar Narrativa e imaxinario nacional na reconstrución do campo literario na posguerra (1936-1966), el libro que nació de mi tesis de doctorado. Estarían conmigo el editor Manuel Bragado y o mi compañero de esfuerzos, confidente académico y director Arturo Casas. No recuerdo un drama especial cuando intercambiamos un par de mensajes para comentar lo evidente: quedaba cancelado, al igual que mi siguiente recital poético y al igual que toda la actividad pública de la cultura gallega. El ruido de fondo era mucho más alto que el que hacía una presentación más al caer.

Hoy, más de un año después, y en medio de las conquistas de las nuevas normalidades, tengo cita de nuevo para presentar este libro. Será virtualmente, gracias a la UNICEPE de Porto, e volveré a encontrarme con Arturo Casas y, espero, con muchas de vosotras.

#Arturo Casas#Literatura de posguerra#Literatura galega#Narrativa e imaxinario nacional#Porto#Portugal#Presentacións#UNICEPE

17/12/2018 by marioregueira

Las versiones del gallego

Imagen de jcbrandon (CC BY 2.0)

Una tragedia de Shakespeare. Así calificaba Paul McCartney la historia de la banda Badfinger, de como lo habían tenido todo para triunfar (el propio apoyo de los Beatles a comienzos de los años 70) e incluso así acabaron estampándose, abriendo la caja de los desastres, discos retirados y suicidios de sus principales figuras incluidos. Resulta curioso como la historia del grupo es relativamente desconocida, a pesar de la enorme popularidad de uno de sus temas. Whithout You, canción que aún mucha gente piensa que es de Nilsson, que la versionó en 1972, y otra gente más joven que es de Mariah Carey, que lo hizo en 1994. Y no es tan extraño escuchar a personas de ambas generaciones discutiendo sobre si el tema es de uno o de otra.

Nadie esperaba este año la popularidad que las versiones en gallego tomarían en la cultura de masas del Estado español, tampoco que alguna de ellas despertaría viejas cuestiones que, por momentos, parece que solo tienen importancia en Galicia. Cuestiones que aparecen conforme se van apagando los ecos y voces de ultratumba de la caverna española después de unos meses de clamar contra la incorporación de Galicia a la Comunidad de Países de Lengua Portuguesa.

Placa en el Castillo de Guimarães, adaptada de Béria L. Rodríguez (CC BY-SA 3.0)

Habla Galicia portugués? Habla la lusofonía gallego? La transmisión de las lenguas es similar a la de las versiones musicales, incluso conservando una parte importante de la información, por lo menos la instrumentación y la voz que canta cambian. Y sin embargo, incluso necesitando de unos segundos para enterarnos, si conocemos la primera, inmediatamente entenderemos que se trata de la misma música. Mejorada o no, pero es una simple versión. Lo que se habla a sur y norte del Miño deriva de la misma lengua musical en la que el compostelano Johán Airas y el rey portugués Dom Dinís componían sus cantigas. La gente del antiguo Condado Portucalense, ya convertido en reino por los azares de la Historia, la llevó primero al sur de la frontera de Coimbra, y después a América, África, Asia y Oceanía. En todos esos territorios se mezcló de nuevo, sembró lenguas criollas y se contagió de voces indígenas y de palabras extranjeras. Es la misma lengua, en la que, en un viaje de regreso desde Brasil que a él mismo fascina, habla Caetano Veloso cada vez que nos visita. Y claro que hay diferencias, y en esas diferencias reside también una parte de nuestra identidad pero, si atendemos, podemos escuchar el mismo acento de la Costa da Morte en una calle de las Azores, un viejo refrán de nuestra abuela en una playa de Río o alguna de las interjecciones familiares en alguna isla del Pacífico.

En un de mis libros el protagonista habla de un disco de versiones que está grabando. Habla de ellas cómo de una suerte de magia, de la forma en la que una canción es reconocible, pero también es distinta y al mismo tiempo nos transporta al punto en el que la escuchamos por primera vez. Me gusta creer que algo de eso se mantiene en la relación de la lengua gallega con sus variantes históricas, que sirve para que mantengamos algo de aquel primer eco en el que todo comenzaba.

Por cierto, una de las concursantes del certamen musical Music Idol (edición búlgara) dejó boquiabierto al jurado y a medio mundo cuando anunció que iba a cantar Ken Lee de Mariah Carey. Sin embargo, con mejor o peor interpretación, o con un acento más o menos marcado, el tema seguía siendo claramente Without You. De Badfinger, que eran galeses y tuvieron una mala suerte digna de una tragedia de Shakespeare. O de algún viejo reino del sur de Europa.

Placa en Swansea-Abertawe, imagen adaptada de Reading Tom – (CC BY 2.0)

#Badfinger#Brasil#Gales#Galiza#Lusofonía#OT#Portugal#Reintegracionismo#Sabela

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