29/04/2015 by marioregueira

La tumba de Leiras

Leiras

Monumento en Mondoñedo

Participé el año pasado en la primera edición de “Mondoñedo é poesía”, una apuesta por llenar de versos las calles de la vieja capital de provincia, ese nordeste fértil que tantas y tantas voces ha dado a la literatura gallega y tantas otras ha cobijado entre sus piedras. Lo pensábamos tras pasear por el cementerio viejo: si la máxima de Castelao fuera cierta, y en vez de muertos fueran semillas las que metiéramos en la tierra, Mondoñedo sería un vergel. No es fácil en ninguna ciudad de Galicia ver tantos y tantos nombres en las lápidas históricas. Sin embargo, lo más emocionante sin duda fue durante la parte del recital que transcurrió al pie de la tumba de Leiras (bien ataviada con las rosas rojas que él pidió sobre ella)

Alguien de la organización me explicaba por qué la tumba de Leiras está donde está, en lo que parece la puerta principal del cementerio viejo, un poco antes de las escaleras que dan acceso al recinto en sí, en un apartado que después se reservó para los niños. “Esto originalmente era extramuros del cementerio original, Leiras fue enterrado fuera del suelo sagrado”. Era evidente, Leiras Pulpeiro, científico, republicano federalista, masón y furibundo anticlerical no obtuvo el derecho a entrar en el recinto controlado por la iglesia católica.

“Cuentan que el día de su entierro, un grupo de labradores saltó el muro del cementerio y echó tierra con las palas para fuera. Así, incluso desterrado, Leiras podría yacer bajo tierra consagrada”. La imagen era tan poética que no pude evitar representarla mentalmente, un grupo de jóvenes desafiando el frío de aquel invierno de 1912, y desafiando también algo más, la misma estructura religiosa que había ahogado al vate de Mondoñedo y que conservaba su poder prácticamente intacto en aquella altura del siglo XX. Mucho debió significar para el pueblo una figura como la de Leiras Pulpeiro, tanto que, en un último homenaje decidieron arriesgarse a darle al difunto algo que el propio difunto, sin duda, no apreciaría tanto como ellos: la tierra sagrada que no se le debe negar a nadie. Quien dijo que el pueblo no reconoce a sus poetas?

Leiras-e-familia

Leiras y familia

En mi formación siempre me representaron a Leiras como un paisajista, una denominación que aún conservo como un tic. La escuela paisajista mindoniense, iniciada por Leiras Pulpeiro y Noriega Varela. Tardé algunos años en saber que Leiras y Noriega eran figuras políticamente contrarias, y más aún en saber que Leiras Pulpeiro había sido un auténtico rebelde durante el Mondoñedo del siglo XIX, médico de los pobres, capaz de enfrentarse al estamento eclesiástico, pero también de participar en la creación de uno de los primeros proyectos de “Estado gallego” y de ser uno de los pocos (si no el único) en contestar a los versos eternamente censurados de Rosalía de Castro con estos otros:

E así son sempre pra España/ os patrucios desta terra/ esquencida, que española/ nunca chamarse debera.

Y así son siempre para España/ los patriarcas de esta tierra/ olvidada, que española/ nunca llamarse debiera.

Seguramente nunca llegaría a apreciar de este modo la figura de Leiras si no fuera por las compañeras de “Mondoñedo é poesía” y por aquella jornada, rica en anécdotas y en momentos significativos, rodeados siempre de los paisajes amados por Leiras Pulpeiro, Noriega Varela, Álvaro Cunqueiro y tantas otras figuras de primera fila que decidieron nacer en la vieja Mondoñedo. Y aunque este año no pueda acompañarlos, estoy seguro de que el programa del próximo 1 de mayo (durante las fiestas de As Quendas) volverá a llenar las calles de la antigua capital con lo mejor de nuestra cultura. Porque, al contrario de lo que dijo Castelao, nunca enterramos semillas junto con los muertos amados, pero hay jardineros audaces que pueden hacer brotar un nuevo vergel con sus simples palabras. Incluso reproduciendo en un caluroso día de mayo la poética valentía de un grupo de labradores en el invierno de 1912.

Leiras Pulpeiro Tumba

La tumba de Leiras Pulpeiro en el Cemiterio Vello

12/04/2015 by marioregueira

Año Lois Pereiro

Casa da Cultura

Volvemos a Monforte en el comienzo de otra primavera para participar en los actos que dan el nombre de Lois Pereiro a la Casa de la Cultura y a la Biblioteca Municipal. En un país tan dado a los olvidos como este no deja de ser un triunfo colectivo que una figura como Lois perpetúe su memoria en la cabecera de los centros culturales de su ciudad. “Mucho mejor que un paseo marítimo o un buque de guerra” decía Xosé Manuel Pereiro en el acto. Y por supuesto mucho mejor el nombre de un poeta que el de un título nobiliario (Conde de Lemos, hoy en manos de la Casa de Alba), tal y como algún grupo político propuso.

Fue inevitable recordar ayer el 2011, el año en el que el fenómeno Lois consiguió revolucionar una fecha en riesgo permanente de anquilosamiento como es el Día de las Letras Gallegas. A pesar de que ciertos sectores sociales consideraron polémico que un autor apegado a la marginalidad urbana como Lois Pereiro protagonizara la gran fecha de la cultura gallega, lo cierto es que hoy, cuatro años después, el balance que quedó no puede ser más positivo. Por primera vez en décadas las Letras Gallegas implicaron en su fiesta a toda la sociedad. De las casas okupas a las salas de la Academia, y de los actos oficiales a los bares y pubs. No fue sólo casualidad ni fue el secuestro académico de un poeta popular. La figura de Lois fue siempre la de un autor con un noción culta de la creación literaria que sin embargo (y a diferencia de la mayoría de sus compañeros de generación) nunca dejó de entender que la cultura popular también era cultura

crachás

No sabemos que puede dar de si el “Año Lois Pereiro” con el que el ayuntamiento de Monforte completó su homenaje al autor, sin embargo, seguramente no seré el único en verlo como una oportunidad para remontar un año cultural que, hasta hace unas semanas, parecía que sería tétrico y terrible. Tras unos años de recuperación innegable del contacto con la población, la Real Academia Gallega escogía para 2015 la figura de Filgueira Valverde, un autor que colaboró activamente con el franquismo, y por tanto, también con el genocidio cultural que este efectuó sobre la lengua y el pueblo gallego. Por primera vez, y a pesar de no ser la primera figura polémica que pasaba por el 17 de mayo, varias asociaciones culturales se negaron a conmemorar a un autor escogido para el Día de las Letras. Sin embargo lo que más abundó y lo que más preocupa es el silencio, que hace presentir un 17 de mayo monopolizado por el estamento político y por aquellos grupos culturales con un interés ideológico o económico en el autor.

Las comparaciones son odiosas, pero a veces también inevitables. No era a primera vez que pensábamos en Lois y en el 2011 desde la decisión de la Academia. Y ahora que hay una propuesta para celebrar también este 2015 de otra forma resulta imposible no pensar en las figuras que hacen crecer una sociedad y como siguen a ser referentes por encima de aquellas que apostaron por reprimirla y empequeñecerla. Una vez más miramos para el poeta del amor y la enfermedad con esperanza, como ese punto de encuentro de la diversidad de una cultura, como una apuesta abierta hacia el futuro, como un intento de detener para siempre jamás la rueda de la infamia. No hay mejor nombre para una biblioteca.

biblioteca lois pereiro

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